La vida es cambio, pero hay que saber adaptarse a los cambios. Hay que saber cuándo parar y cuándo dar los pasos. No hay que esperar que los cambios vengan de fuera o impuestos por las circunstancias o por los demás. Si te escuchas, si te prestas atención, sabrás si necesitas cambiar algo, si algo no va bien o si sientes la necesidad de hacer algo diferente.
Muchas veces, nos anclamos a ideas, conceptos, etiquetas, clichés, prejuicios, relaciones… y vamos adelante con la inercia, aunque sea limitante. Pero ya está bien, ¿no? Tarde o temprano, hay que saber liberarse de esa pesada mochila y empezar a andar. Ahora que Mercurio, Venus y Marte, los planetas personales, han hecho cambios importantes (como te describí en mi anterior post), son días muy apropiados para hacer los cambios que quieras hacer en tu vida. Estas energías astrales son buenas para entender que tu pasado no es tu condena, sino tu enseñanza. A partir de ahí, tienes la opción de desprenderte de etiquetas, corregir errores, enmendar la plana, amar mejor o superarte a ti mismo.
Recuerda: “Tu pasado no es tu condena, sino tu enseñanza”. Vicente Cassanya
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